El presente ensayo sobre
la zona donde se libró el 24 de junio de 1821 la batalla que inclinó
definitivamente la balanza de la guerra de emancipación a favor del
ejército patriota, determinando así, la independencia del
territorio de la antigua Capitanía General de Venezuela, pretende
eliminar algunos equívocos e interpretaciones difusas, que sin el
estudio y recorrido en persona del lugar de los hechos, son difíciles
de comprender completamente.
En la historiografía
nacional, son pocos los trabajos bibliográficos que han tratado este
asunto, con la ayuda del recurso gráfico de la fotografía, que
junto al conocido uso de los mapas permitan una clara idea de aquella
determinante acción militar de nuestra historia patria. Sobre la
batalla de Carabobo se ha escrito un buen número de obras
ciertamente, pero hay dos particularmente que presentan un estudio
militar del terreno y que hasta la fecha permanecen como clásicos
para quien desee, no solo saber sobre la batalla, sino sobre la gran
campaña, de la cual, aquella fue triunfal consecuencia. Me refiero a
las obras tituladas “Bolívar conductor de tropas” y “La
Campaña de Carabobo” del General en Jefe Eleazar López Contreras
y del Coronel Arturo Santana respectivamente; ambas publicadas entre
1920 y 1930.
En 1986 circuló
(aunque lamentablemente de manera poco conocida) un estudio
geográfico del sector donde se desarrollo la batalla con la ayuda de
recursos como la aerofotografía, titulado “La Geografía y la
Batalla de Carabobo” de la autoría de los Coroneles Alberto
Contramaestre Torres y Luis Arismendi Herrera.
Al consultar los
principales trabajos escritos hasta la fecha sobre la batalla, no hay
un acuerdo unánime sobre cual fue la zona exacta por donde
accedieron los batallones patriotas que venían en cabeza de la
primera división a la sabana de Carabobo. Sin embargo, la mayoría
parece acordar en que el sector denominado Colinas del Chaparral es
donde se libró la parte más determinante del combate. Nosotros,
basaremos el presente estudio en lo expuesto por el general Eleazar
López Contreras en su obra “Bolívar conductor de tropas”, quien
al consultar a los antiguos habitantes de la zona para obtener datos
al respecto dice lo siguiente:
“Juan Francisco
Robles, de ochenta y siete (87) años de edad, hijo de Pedro Robles,
ambos nativos del Campo de Carabobo, da razón y fe, que su padre
Pedro Robles, para el día de la batalla contaba doce (12) años, y
fue llevado en unión de otros vecinos del lugar, a recoger heridos y
enterrar muertos; que la mayor cantidad de muertos fueron encontrados
en la zona comprendida de la quebrada La madera (oeste de la sabana),
cien metros más o menos, corriendo en dirección al monumento; que
no conoció otra pica, entre las quebradas El Naipe y Gualembe y
quebrada Carabobo, que la trocha abierta por el General Páez, y que
iguales aseveraciones hacia Bernardo Arocha, vecino de El Naipe,
quien vino de peón, ayudando a la apertura de dicha trocha, a la
cabeza de la División del General Páez (…)” (1)
En la citada obra “La
Geografía y la Batalla de Carabobo”, se describe la zona donde
tuvo lugar la parte más crítica del combate de la siguiente manera:
“El sitio donde
se libró el combate que prácticamente decidió la batalla, es
conocido con el nombre de Colinas del Chaparral y se localiza sobre
el límite occidental de las comúnmente denominadas sabanas de
Carabobo, espacio que geomorfológicamente se corresponde con una
llanura aluvial de bajo desnivel, 40m máximo, ligeramente ondulada
debido a la erosión fluvial y en la que algunas pequeñas y aisladas
colinas que se aprecian, se identifican con afloramientos de rocas
metamórficas que sobresalen de los sedimentos depositados.
La
fotointerpretación y la observación del campo, indican que la
llanura ha sido entallada por diferentes cuerpos de agua fluvial,
entre los que es de mencionar la quebrada Las Manzanas; esta red de
avenamiento es sobreimpuesta al deposito aluvial, lo que explica las
características de los cauces de las quebradas que la estructuran,
los cuales son estrechos y de taludes escarpados. En su borde
occidental, sobre la margen izquierda de la quebrada Carabobo, la
llanura está entallada por numerosos cursos de agua de breve
recorrido y fuerte pendiente que afluyen a la citada quebrada y los
cuales han diseñado un verdadero modelado de “badlands” en los
escarpados bordes, provocando además su retroceso a causa de la
intensa erosión regresiva; fue precisamente sobre este sector que
desembocó el ataque de la I División del Ejército Patriota y de
las dificultades que tuvieron sus componentes para alcanzar la
llanura, en parte debido a los rasgos de relieve descritos (…)
Superar este
terreno escarpado y de fuerte pendiente, el cual aún hoy mantiene
esos rasgos morfológicos, y más aún, bajo fuego enemigo, fue, sin
lugar a dudas, una verdadera hazaña que evidencia el coraje y el
ímpetu de los combatientes patriotas; explica además las fuertes
bajas que allí tuvieron, pues al dominar las fuerzas realistas el
terreno alto, también controlaban las barrancas de acceso a él y
disponían además de buena observación y campos de tiro.”
(2)
La figura nº 1
muestra una vista satelital del área donde se libó la batalla, y
sobre ella hemos señalado los puntos referenciales que consideramos
más importantes para ubicar al lector, así como las tres rutas de
acceso probables a la sabana seguidas por la primera y segunda
división del ejército patriota, en las que se debaten los trabajos
escritos hasta la fecha.
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Fig. 1
La letra A, designa la
línea punteada de color rojo, la cual, describe la ruta aproximada
que tomaron las tropas de infantería de la 1º División del
Ejército patriota (según los estudios del Gral. Eleazar López
Contreras en 1920), comandada por el General de Brigada José Antonio
Páez en la Batalla de Carabobo. Dicha ruta, luego de cruzar la
quebrada, asciende por las colinas del Chaparral para luego descender
hacia la sabana. Hay que recordar, que la caballería de la misma
División (que venia tras la infantería) tomará una ruta de acceso
diferente, subiendo más al norte, para salir a la sabana,
aproximadamente por detrás del actual edificio del Mirador.
La letra B, designa
la línea punteada de color violeta, la cual, describe la ruta
aproximada que tomaron las mismas tropas, según la interpretación
de otros autores que han escrito sobre la importante acción bélica
de nuestra independencia, entre ellos, el Gral. Bencomo Barrios.
Dicha ruta, cruza la quebrada Carabobo y asciende hacia el sector de
las columnas conmemorativas de “Farriar” y “Pedro Camejo”.
- Seguimiento de la ruta A
La figura nº 2
muestra una antigua fotografía, reproducida en el libro del Gral.
López Contreras “Bolívar conductor de tropas”, la cual, fue
tomada desde las colinas del Chaparral (posición ocupada por las
tropas realistas que salieron a interceptar el movimiento ejecutado
por los patriotas para salir a la sabana) y viendo hacia las
diferentes colinas que recorrieron las tropas patriotas antes de
cruzar la quebrada Carabobo. Dicha foto original, señala con el
número 6, el terreno aproximado donde entrarían en combate los
batallones “Bravos de Apure” y “Cazadores Británicos”.
Para el presente
ensayo, hemos señalado con flechas de color rojo, no solo las
colinas que López Contreras destaca en su estudio, sino que además,
elegimos como punto de referencia para nuestro estudio fotográfico
actualizado, el poste de concreto de la antigua tubería.
Fig. 2
Fig. 3
La figura nº 3, comienza
la secuencia de fotografías modernas (tomadas por el autor) para
graficar las diversas rutas debatidas, del Ejército Libertador en la
Batalla. Dicha imagen, fue tomada desde un lugar aproximado a la
locación utilizada por López Contreras (comparar con la fig. nº2).
Acá señalamos al lector el poste de concreto y el sector donde
entrarían los primeros batallones patriotas.
Comparando ambas
fotografías, y a pesar de los cambios morfológicos sufridos por el
terreno y la abundante vegetación que posee el lugar en la
actualidad (y que para el momento de la batalla era escasa), podemos
hacer el seguimiento de la posible ruta con aceptable certeza.
La figura nº 4,
muestra una fotografía donde se señala (con flechas de color
blanco) la ruta de los patriotas antes de cruzar la quebrada
Carabobo. Volvemos a señalar al lector, como punto de referencia
obligado, el antiguo poste de concreto que aparece en la fotografía
de López Conteras.
Fig. 5
Unos cuantos metros
detrás de dicho poste, y yendo en línea recta, se encuentra una
pequeña colina, detrás de la cual, desciende un pequeño y estrecho
valle donde se encuentra el cauce de la quebrada Carabobo. La figura
nº 5, muestra una fotografía tomada, precisamente desde la citada
colina, la zona boscosa que se aprecia, señala el hondo cauce por
donde discurre la quebrada. Las flechas de color rojo, señalan la ruta
aproximada de los patriotas para descender del lado opuesto de la
misma.
Actualmente, el cauce de
dicha quebrada no es muy caudaloso, y varia en ciertos lugares de su
extensión en cuanto a profundidad. La altura de las paredes que hay que subir
o bajar para llegar a ella varían. En nuestro recorrido, buscamos el
sector que se nos mostraba más accesible al cruce, y cercano a los
lugares referenciales que iremos citando.
La figura nº 6,
muestra una fotografía tomada desde el cauce de la quebrada
Carabobo. Se aprecia el discurrir de las aguas rio abajo, y una
flecha de color rojo señala, la dirección en que los patriotas la
cruzaron.
Fig. 6
La figura nº 7, muestra
una imagen tomada luego del cruce de la quebrada y posterior
escalamiento hacia la ribera opuesta. La flecha de color blanco
señala la dirección aproximada en la que se dirigieron los
batallones patriotas, al fondo, se aprecia la colina detrás de la
cual, se encuentra el sector de la antigua columna de concreto.
Fig. 7
Al salir a la orilla
opuesta, se asciende por un pequeño valle, y hacia nuestra izquierda
(ver Fig. nº 8 y nº 9), para desembocar en el camino de tierra al
pie de las colinas del Chaparral, y que señala López Contreras en
su fotografía con el número 6.
Fig. 8
Fig. 9
La figura nº 10 nos
muestra al fondo la colina del Chaparral (en la cúspide se aprecia
una carpa de campaña). Fotografía tomada poco antes de desembocar
en el sector que señala López Contreras, como el terreno donde
entraron en combate los Batallones “Bravos de Apure” y “Cazadores
Británicos”.
Fig. 10
Las figuras nº 11 y 12
nos muestran la salida al camino de tierra o sector aproximado que
señala López Contreras, como lugar donde formaron en posición de
combate los batallones patriotas, y donde recibieron el nutrido fuego
de las unidades realistas que ocupaban la colina del Chaparral (la
que se aprecia al fondo).
Fig. 11
Fig. 12
Los estudios sobre la
batalla, señalan que hubo dos intentos infructuosos de tomar la
colina a la bayoneta por los batallones patriotas, será en el
tercero, que tanto “Bravos de Apure”, “Cazadores Británicos”
y dos compañías del “Tiradores de la Guardia” perteneciente a
la segunda División del Ejército Libertador, lograran hacer retroceder
a los batallones realistas al lado opuesto de la colina.
En las figuras nº 13
y 14 se señala con una flecha de color blanco, la dirección (según
López Conteras) en la cual los batallones patriotas escalaron las
colinas del Chaparral en formidable carga a la bayoneta. Usamos como
punto de referencia al lector en ambas fotografías, un poste de
energía eléctrica.
Fig. 13
Fig. 14
La figura nº 15, nos
muestra una fotografía tomada en una loma situada en la colina del
Chaparral, aproximadamente, subiendo en linea recta siguiendo la
dirección que se indicó en la imagen anterior. La figura 16,
muestra el repecho de dicha colina, bajando un poco hacia la derecha, se recorre un pequeño valle que nos abre paso hacia la
sabana, y más al sur, al monumento y arco de Carabobo.
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La figura 17 muestra la
primera parte de la sabana que encontramos, luego de bajar por el
pequeño valle que se encuentra tras el repecho de las colinas del
Chaparral. El sector de dichas colinas y el descenso a la sabana de
Carabobo, debió ser objeto de cambios en su morfología original,
producto de las labores de ingeniería realizadas durante la
construcción de la carretera, el edificio destinado al mirador y la
plazoleta. Hoy en día, la sabana posee una buena cantidad de
árboles, muchos de ellos de mango, fruta que no existía en el país
cuando se libró la gloriosa acción de Carabobo.
Fig. 17
La figura 18, muestra la
carretera que asciende en dirección al mirador ubicado cerca de las
colinas del Chaparral. Foto tomada observando en dirección hacia la
sabana. La figura 19, muestra el edificio denominado “El Mirador”
donde se muestra a los visitantes al campo un diorama y un
audiovisual representativo de la batalla.
Fig.18
Fig. 19
· Seguimiento de la
ruta B
En nuestra visita al
campo y sectores vecinos a la quebrada Carabobo, explorando las
posibles rutas del ejército patriota vencedor en aquella gloriosa
acción militar, también recorrimos la zona que otros estudiosos
sobre la batalla (y probablemente algunas tradiciones orales)
aseveran como la transitada por los patriotas para acceder a la
sabana. Esta última hipótesis, es la que seguramente, fue utilizada
para ubicar las dos columnas conmemorativas, dedicadas al Coronel
Thomas Ilderton Farriar y la del Teniente Pedro Camejo (Negro
Primero).
Dichas columnas
conmemorativas, fueron elevadas estratégicamente, sobre dos colinas
que guardan una gran similitud morfológica en su aspecto y que se
hallan casi paralelas una al lado de la otra, ambas dan frente a la
quebrada Carabobo (desconocemos si dichas colinas son naturales o
fueron elevadas durante las obras realizadas en el campo en el año 1973 y
para colocar exprofeso dichas columnas conmemorativas). Sin embargo, siguiendo
el curso de la quebrada a pie, es solo hacia la zona de la columna
Farriar, que la pared de la misma muestra (al menos hoy en día) una
zona de mejor accesibilidad tanto para descender a ella, como para su
escalada y posterior salida a la orilla opuesta.
Llevando una
secuencia similar a las imágenes ofrecidas anteriormente, la figura 20 nos muestra una trocha que desciende a la quebrada Carabobo,
siguiendo la ruta aproximada sugerida por la hipótesis de la que
hablaremos y que señalamos con la letra B en la figura nº 1.
Fig. 20
La figura 21, nos muestra
el cauce de la quebrada, justo en el sitio donde se accede luego de
bajar por el sendero señalado en la fig. nº 20. La foto muestra con
una flecha de color rojo, el sentido en que la cruzamos. La figura 22
muestra el sector por donde subimos luego de hacer el cruce.
Fig. 21
Fig. 22
Es de señalar, que tanto
el campo de Carabobo, las colinas circundantes hasta la fila de Buena
Vista, y ambas márgenes de la quebrada, se encuentran pobladas de
una vegetación abundante que, si nos guiamos por las fotografías
tomadas en dichos lugares en el año de 1921 por el Gral. López
Contreras; no solo no existían para esa fecha, sino que podemos inferir, tampoco
estaban tan desarrolladas para el día de la batalla. Por tanto, en
el presente es dificultoso deducir a simple vista la ruta de esta
segunda hipótesis, ya que las zonas que recorrimos por lo tupido de
su vegetación, algunas cercas y alambrados de las propiedades que
hacen vida en el sector, impiden una mejor interpretación.
La figura 23 muestra el
camino que tomamos luego de cruzar la quebrada, y orientándonos en dirección al
sector de la columna Farriar. En esta zona en específico, debimos
sortear una cerca con alambrado que nos impedía seguir nuestro camino.
Fig. 23
Luego de recorrer quizás
cerca de 120 metros, por un terreno de poca elevación y de
vegetación que permite poca visibilidad hacia los alrededores, nos
dirigimos hacia nuestra derecha, tratando de orientarnos hacia la
zona de la columna Farriar, topándonos con un nuevo alambrado (ver
fig. nº 24 y 25), justo en el sendero que comenzaba a ascender hacia
dicha colina.
Fig. 24
Fig. 25
Una vez sorteado dicho
obstáculo, subimos por dicho sendero (ver fig. nº 26 y 27), el cual
nos conduce a un sector libre de vegetación y a la colina donde se
destaca la columna Farriar.
Fig. 26
Fig. 27
La figura 28 nos muestra
una panorámica de la colina donde se erige la columna Farriar, una
flecha de color rojo señala el sector donde desembocamos y el
posterior ascenso a la misma. La foto fue tomada desde las faldas de
la colina que, estando casi paralela a ésta, fue utilizada para
colocar la columna de Pedro Camejo (Negro Primero).
Fig. 28
En conversación que tuve
con el Sr. José Vitulano (quien habita en zonas aledañas al campo,
y es gran colaborador en las distintas escenificaciones que se han hecho
de la batalla), me señaló, que entre unos matorrales que se divisan
(justo descendiendo casi en línea recta) desde la colina Farriar, se
hallaban unas piedras que supuestamente, señalaban el lugar donde
murieran en combate, varios oficiales del Batallón Británico. La
figura 29 muestra dicho matorral.
Fig. 29
Al
bajar a verificar dicha información, y luego de entrar por una
abertura entre la vegetación, encontramos dos piedras de forma
circular y una en forma de bloque (esta última de fabricación
humana y en concreto). Las figuras 30 y 31 muestran el bloque con la
inscripción “Aquí Gral. Farriar” (*) y la figura 32 la piedra que
tiene la inscripción “Davis Minchin”.
Desconocemos la fecha
o antigüedad de dichos hitos hasta el momento.
Fig. 30
Fig. 31
Fig. 32
Investigación, textos y fotografías de José Peña, Caracas, Venezuela 2011-2012, e-mail jpmarte73@yahoo.com.
Notas.
(1) López
Contreras, Eleazar. Ob. cit. p. 212.
(2) Contramaestre Torres Alberto y Arismendi Herrera Luis, ob. cit.
p. 6-7
(*) El prócer Thomas Ilderton Farriar no era general, muere en la gloriosa acción de Carabobo con el grado de coronel.